Conocimiento actual
de la etiología y el tratamiento

Adams y Abraham han demostrado recientemente que 300 - 500 mg de vitamina B6 al día mejoran significativamente los síntomas del síndrome premenstrual. La B6 sirve como cofactor para el metabolismo de los AGE, es importante en la formación de dopamina y para la gluconeogénesis. La B6 también actúa como diurético, reduciendo la hiperpermeabilidad de las membranas celulares, lo que disminuye los desplazamientos de líquido intersticial. Como cofactor de la producción de dopamina, la B6 ayuda a regular la prolactina (la dopamina suprime la prolactina) y como cofactor de la producción de serotonina, la B6 ayuda a estabilizar los cambios de humor. El aumento de estrógenos provoca una relativa deficiencia de B6, porque libera enzimas hepáticas que compiten por la B6. La suplementación con B6 mejora la eliminación hepática del estrógeno.

La deficiencia de magnesio (American Journal of Clinical Nutrition, 1964), común en los Estados Unidos y presente en el síndrome premenstrual, provoca una hiperplasia de la zona glomerular en las glándulas suprarrenales que conduce a la retención de agua. También provoca una hiperirritabilidad muscular y emocional y un aumento de la micción. La proporción sugerida de calcio y magnesio es de 1:1 y se ha comprobado que 600 mg al día reducen significativamente muchos de los síntomas del síndrome premenstrual.

En el Journal of Reproductive Medicine, volumen 28, 1983, Horrobin destaca el papel crucial de los AGE (ácidos grasos esenciales) y los AGL en el SPM. Las personas que padecen el síndrome premenstrual muestran una mayor sensibilidad a la prolactina y/o niveles más altos de ésta y una baja PGE en la sangre. La PGE 1 contrarresta los efectos de la prolactina (que cuando está elevada produce los síntomas del SPM) y reduce las propiedades dismenorreicas de las prostaglandinas de la serie 2. El ácido linoleico de la dieta y el GLA se convierten en PGE 1 a través de una vía bioquímica que requiere los siguientes cofactores en diferentes pasos: B6, Mg, Vitamina C, Niacina, Zinc. Esta vía puede verse alterada por un consumo excesivo de grasas saturadas en la dieta, por el alcohol, por las catecolaminas del estrés o por la falta de cofactores disponibles. Los aceites de grosella negra y de onagra son excelentes fuentes de GLA.

El exceso de estrógenos potencia el sistema de la aldosterona (renina, angiostensina) provocando retención de fluidos y sal. La mastalgia y la enfermedad fibroquística de las mamas (FBD) presentan niveles bajos de yodo que se asocian a un aumento de los estrógenos. Las mujeres hipotiroideas presentan un aumento de la mastalgia y de la enfermedad fibroquística de la mama debido al aumento resultante de los niveles circulantes de estradiol (JAMA, junio de 1966).

Abrahms, en 1965, demostró que el uso de 400 UI de vitamina E era eficaz en el tratamiento de las enfermedades fetales, así como en el alivio de muchos síntomas del síndrome premenstrual. La vitamina E y el selenio evitan la oxidación de los AGE y de las hormonas suprarrenales y sexuales.

Debido a la relativa ineficacia de la administración de progesterona para aliviar los síntomas del síndrome premenstrual (Sampson, 1979), hay que concentrarse en los métodos para reducir el exceso de estrógeno, concretamente el estradiol. Un tiempo de tránsito más lento conduce a un mayor estradiol, por lo que se justifica la adición de laxantes suaves (como la cáscara) y el asesoramiento dietético para tratar el estreñimiento y la congestión hepática. Se ha demostrado que los vegetarianos tienen una excreción de estrógenos notablemente mayor, por lo que resulta útil reducir las carnes y los productos lácteos.

El exceso de peso reduce la eliminación de estrógenos. La cafeína y otras metilxantinas inhiben las enzimas, aumentan los niveles de kinina e histamina y reducen la B1; todo ello provoca la acumulación de estradiol.

El hiperinsulinismo y la hipoglucemia resultante asociados al síndrome premenstrual hacen que los suplementos de cromo y manganeso sean importantes. Se ha demostrado que los niveles de calcio en sangre descienden los 14 días anteriores a la menstruación, y el calcio alivia los síntomas de insomnio, calambres y dolor de cabeza del SPM. La deficiencia de zinc es común en el SPM, causando irritabilidad, depresión y cambios en la piel - también es crítico para la utilización de B6 y EFA.

Desde un punto de vista naturopático y clínico, la reducción efectiva de estrógenos comienza por la limpieza del hígado, donde tiene lugar su conjunción para la excreción. Los factores lipotrópicos, la colina, la metionina (azufre que contiene A.A.), e inositol, y los botánicos Berberis (Uva de Oregón), Chelidonium (Celandina), Silybum (Cardo Mariano), y Taraxacum (Diente de León) mejoran la función hepática al disminuir los triglicéridos en sangre, mejorar la circulación hepática, mejorar la digestión y la excreción, disminuir la congestión hepática y el torpor, promover la formación de bilis y la actividad colagoga y ayudar a la pérdida de peso.

El Dong Quai es un "regulador" de las hormonas menstruales, que actúa como sedante para la irritabilidad y los calambres, reduce la incidencia de los dolores de cabeza, es un tranquilizante nervioso cerebral y, según la literatura médica china, "purifica la sangre" y "regula el ciclo". La zarzaparrilla contiene sapogeninas esteroideas, precursoras de la producción de progesterona (al igual que el ñame mexicano y la soja). También sirve como un excelente tónico general, alternativo y diurético.

La vitamina C mejora la actividad de las vías enzimáticas y refuerza la integridad de la pared celular (disminuyendo la permeabilidad anormal). Los bioflavonoides tienen actividad antihistamínica e inhiben los estrógenos al competir por los sitios receptores.

Un nivel bajo de vitamina D es importante para la utilización del calcio. El folato debe ser bajo porque potencia el estrógeno, mientras que el PABA debe ser bajo porque tiene propiedades antitiroideas (la tiroides es un antagonista integral del estrógeno).

El cobre es necesario para equilibrar el zinc y la betaína HCL permite una mejor absorción. El potasio actúa como diurético y ayuda a equilibrar el sodio (el sodio elevado se asocia al SPM). El hierro previene la anemia que se observa comúnmente en los pacientes con síndrome premenstrual.

El síndrome premenstrual se ha asociado cada vez más con la mala absorción general, las alergias y la candidiasis. Cuando el SPM se trata eficazmente, mejoran o se previenen otras afecciones hiperestrogénicas como la enfermedad fibroquística de la mama, los quistes ováricos, los fibromas uterinos y el hipotiroidismo secundario.

Enlaces y recursos de información sobre el PMS